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Sensibilidad al ruido: causas y tratamiento
¿Sientes que tienes una sensibilidad al ruido aumentada? ¿Eres el único que nota los sonidos fuertes? Podrías tener hiperacusia.
Escrito por Tom Trones de Minuendo
¿Sientes que tienes una sensibilidad al ruido aumentada? ¿Te cuesta lidiar con los sonidos cotidianos? ¿Te tapas los oídos cuando un tren frena de golpe?
Si sientes que eres el único que nota el sonido fuerte a tu alrededor, puede que tengas una sensibilidad al ruido aumentada o Hiperacusia. Tu cerebro puede confundir y exagerar ciertas vibraciones, lo que causa incomodidad.

Hiperacusia
Alrededor de 1 de cada 50,000 personas tiene una tolerancia reducida a los sonidos cotidianos que no se consideran dañinos para nuestra audición.
A veces, la sensibilidad al ruido se llama Tolerancia Reducida al Sonido (TRS).
Los sonidos que más comúnmente provocan respuestas emocionales negativas como molestia, dolor o miedo son:
Sonidos de baja frecuencia como taladros, ruido de tráfico y perros ladrando
Sonidos de alta frecuencia como platos que chocan, niños llorando, aplausos, taladros de dentista, carritos de metal, ollas y sartenes golpeando
Sonidos de banda ancha como los de la televisión o el habla, alarmas y electrodomésticos de cocina
Sonidos repentinos como martillazos, una bocina de coche o una puerta que se cierra de golpe

Puedes relacionar la hiperacusia con la pérdida de audición y el tinnitus (zumbido en el oído). Los casos graves de tolerancia reducida al sonido incluyen convulsiones y pérdida de equilibrio.
Lo que una persona promedio considera niveles normales de sonido puede ser ensordecedor para alguien con tolerancia reducida al sonido.
La mayoría de las personas tiene un umbral de dolor auditivo de 120dB, que es un poco más fuerte que un concierto de rock o un martillo neumático. Por debajo de eso, podemos encontrar un nivel de incomodidad por volumen, normalmente alrededor de 100dB, que es más o menos el ruido al ir en motocicleta.
Es típico que quienes sufren de tolerancia reducida al sonido tengan un nivel de incomodidad por volumen por debajo de 80dB, el nivel de alguien gritando. En la práctica, esta diferencia de 20dB equivale a 4 veces la sonoridad percibida.
¿Pueden ayudar mis tapones?
Los estudios han encontrado que el uso excesivo de protección auditiva puede causar una tolerancia reducida al sonido, además de empeorar una condición existente. La sobreprotección ocurre cuando la protección auditiva que usas te aísla, y esto contribuye a que los síntomas empeoren.
Por ejemplo, los tapones de espuma pueden bloquear completamente el ruido a tu alrededor.

Se convierte en un círculo vicioso donde, sin darte cuenta, entrenas tu oído y tu cerebro para volverse más sensibles y alertas a sonidos que en realidad no dañan tu audición. A medida que avanza, el umbral se reduce y más sonidos se vuelven insoportables.
¿Cómo se trata?
En Noruega, la tolerancia reducida al sonido se trata con terapeutas de audio, cubiertos por el sistema nacional de salud. El tratamiento suele basarse en asesoramiento, entrenamiento auditivo y terapia cognitiva, a veces combinado con ayudas físicas como generadores de ruido de banda ancha.
Una idea clave en el tratamiento es darse cuenta de que los niveles normales de sonido no son inmediatamente dañinos,
y el tratamiento busca reentrenar y recalibrar la conexión entre el oído y el cerebro.
Este proceso suele durar meses, y muchos pueden volverse dependientes de sus tapones. Dejar de usarlos de golpe puede ser muy difícil y doloroso. Mientras tanto, los tapones convencionales suelen agravar el problema, ya que reducen gran parte de los sonidos en el rango de frecuencias altas.

Esta suele ser la zona donde quienes tienen tolerancia reducida al sonido tienen más problemas. Esto le da a los tapones variables Minuendo una ventaja para recuperarse de la tolerancia reducida al sonido.
Los tapones Minuendo forman parte del tratamiento mediante la apertura gradual de los tapones con el tiempo. Ningún otro tapón tiene una variabilidad continua y mantiene una experiencia de sonido natural (respuesta de frecuencia plana).
Referencia: “Hiperacusia y trastornos de intolerancia al sonido: Perspectivas clínicas y de investigación” de Marc Fagelson (Autor), David M. Baguley (Autor)
Este texto ha sido validado y editado por Tina Trones, una terapeuta de audio en Linderud Audiopedagosiske Senter en Oslo, Noruega.

